En este lugar se han encontrado especies endémicas, salones con estalactitas y una escalinata prehispánica.
El paso del tren maya a traído consigo muchos descubrimientos de flora, fauna y arqueología de la península.
Desde que comenzó a construirse el Tren Maya, organizaciones como Greenpeace pidieron sumarse a su iniciativa para exigir al gobierno federal que haga pública la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) del Tramo 5 del Tren Maya, que va de Tulum a Cancún para determinar cuál será la afectación a la flora y fauna por el paso del tren.
Muchos activistas trataron de hacer hincapié en los impactos del medio ambiente, ya que se perdería la riqueza natural que ha puesto a México como uno de los países más hermosos, porque el tramo paso por encima de algunos cenotes que albergan vida y especies como el jaguar, símbolo de la herencia cultural maya, se quedarán sin su único hogar.
A pesar de que el presidente de la república ha tildado a los ambientalistas de «vividores al servicio de grupos de intereses creados» y «financiados por el gobierno de Estados Unidos»; desde hace mucho tiempo algunos científicos alertaron sobre la necesidad de hacer cambios en el trazo del Tren Maya entre Cancún y Tulum, ya que amenazaría un terreno repleto de cavernas, cenotes y ríos subterráneos que suponen la principal reserva de agua dulce de la región.
Esta semana, la tala y excavación de las obras han dejado al descubierto la gran boca de entrada a Avispa enfadada, una cueva de más de tres kilómetros de longitud en la que habitan murciélagos, aves como el pájaro toh y peces como la dama blanca.
De cuevas como ésta depende el jaguar para beber agua en la temporada seca, pero su futuro ahora queda en el aire: para sostener el tren encima es posible que se construyan en ella grandes pilares o que sea completamente rellenada; aunque las autoridades no han hecho públicos sus planes.
El biólogo Roberto Rojo, de la asociación civil Círculo Espeleológico del Mayab, quién lleva más de veinte años explorando el complejo mundo subterráneo de esta zona de la península de Yucatán, y del que sabe que todavía falta mucho por descubrir, es uno de los principales investigadores que ya habían dicho que esto sucedería.
En cuanto al a formación que se encontró, a pesar de que solo puede verse desde el exterior, es posible observar las estalactitas que cuelgan del techo de la cueva, decorada por formaciones que llevan más de dos millones de años creándose, a medida que el agua va disolviendo la roca caliza de la que están compuestas. Tanto en esta cueva, como en tantas cuevas de la zona, también se han encontrado vestigios arqueológicos.
Los Exploradores de Cenotes Urbanos, en Playa del Carmen, por ejemplo, descubrieron una cueva donde hallaron 75 especies diferentes de animales, entre ellas una hembra de grisón con dos crías, un animal extremadamente difícil de ver. Días después pasó por el lugar la maquinaria del Tren Maya y el lugar quedó casi sellado, por lo cual temen sea rellenado en su totalidad, con la consecuente pérdida de especies.
Lo característico de estas cuevas es que es posible encontrar especies de peces ciegos de la península, como la dama blanca. Ya que ese ecosistema tiene parámetros muy específicos, y las especies tienen desarrollos extraordinarios como carecer de ojos y pigmentación.
La cueva fue bautizada como Yorogana 3, al estar a un costado de la finca Yorogana, ubicada en la avenida Juárez, al poniente de Playa del Carmen. Fue descubierta en febrero de 2022 y tres semanas después llegó al lugar la maquinaria del Tren Maya, la vegetación fue removida y gran parte del acceso estaba sellado.
Estas excavaciones son importantes culturalmente y para la biodiversidad, y representan un indicador de la calidad del agua en Playa del Carmen. A pesar de esto, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha asegurado que la obra no afectará estos sistemas de cuevas: «El proyecto contempla hacer viaductos para pasar por arriba, no se toca, no se alteran en nada los ríos subterráneos y los cenotes.»
A pesar de esto, los científicos y ambientalistas se han organizado contra el paso del tren por la selva a unos 500 metros de ?Avispa enojada?, también bajo la zona deforestada para construir las vías, se encuentra otra enorme cueva de dos kilómetros de largo, conocida como ?Alita? que tiene salones enormes y una escalinata prehispánica».
Hasta ahora Fonatur no ha hecho público el trazo oficial del tramo 5 del Tren Maya, así que ahora los ambientalistas están bajo los reflectores en contra del paso del tren, así como los hoteleros, que cedieron parte de su entrada a sus resorts de lujo, la comunidad y las complejidades del desarrollo.
Fuente: MXCITY