Cd. Victoria, Tam.- El intenso forcejeo por la candidatura presidencial de Movimiento Ciudadano amenaza hoy con partir la naranja, no sabemos si en mitades o gajos. Eso sí, con mucho picante.
Buen tema para las personalidades más visibles del MC en Tamaulipas como son el dirigente formal JUAN CARLOS ZERTUCHE y sus dos excandidatos históricos a la gubernatura, GUSTAVO CÁRDENAS y ARTURO DÍEZ GUTIÉRREZ.
¿Se disciplinan a la voluntad del jefe DANTE DELGADO, diga lo que diga, haga lo que haga, cuando el señor quiera, proponga y disponga?
¿O bien se inclinan por las opiniones alternativas que hoy se brincan las trancas, demostrando criterio y voluntad propia?… ¿Se van o se quedan?.. y si se van, ¿con quién se van?…
El caso más notorio es el gobernador de Jalisco ENRIQUE ALFARO, quien ha pasado por varias etapas que vale la pena recordar.
(1) A principios del sexenio figuró como crítico severo del obradorismo y aspirante franco a la presidencia, (2) luego se descartó y propuso la candidatura única del MC con el bloque opositor, PRI, PAN y PRD, (3) para después declararse simpatizante de XÓCHITL GÁLVEZ y, finalmente, el pasado lunes, (4) romper con Movimiento Ciudadano.
Y bueno, la foto de ayer en la red X (#Twitter) debió causar escozor en el círculo íntimo del señor DELGADO. Nada menos que el gobernador ALFARO presumiendo la visita de la mismísima XÓCHITL, a la que presenta como una de las “personas que definirán el futuro de México.” https://twtr.in/3U4m
La imagen también hace ruido en Palacio Nacional. Entre otras razones porque la perspectiva optimista de MORENA descansa en el supuesto de que la movilización territorial en las entidades del MC (Jalisco y Nuevo León) tendrá agenda distinta y ajena al Frente Amplio por México. Sin duda las cosas podrían pintar diferente si dicho arcoíris incluye al color naranja.
POLARIZACIÓN INÉDITA
Ya de por sí, la (muy probable) rivalidad entre dos mujeres (CLAUDIA y XÓCHITL) nos augura una competencia inédita. Mayor sería el hito histórico si la boleta electoral solo muestre dos opciones, en caso de que los naranjas se sumen al Frente Amplio.
¿Elección de dos sopas?… Polarizado el asunto, si la oposición marcha unida, circunstancia inédita en el México contemporáneo.
Al menos desde 1976 cuando JOSÉ LÓPEZ PORTILLO compitió solo, tras el retiro del PAN y con la única participación (sin registro y fuera también de la boleta) de don VALENTÍN CAMPA por el entonces semiclandestino Partido Comunista.
Luego en 1982 (resultado fiel de la reforma reyesheroliana) hubo exceso de candidatos, en número de siete. En 1988 fue de cinco; en 2000 hubo nueve; en 2006 participaron cinco; en 2012 fueron cuatro y a la de 2018 llegaron cuatro. Si ahora fuera de dos sería muy distinto.
Habrá que ver el papel que juegue el mandatario neoleonés SAMUEL GARCÍA, ya descalificado (y regañado) en la víspera por el propio DANTE. El pequeño COLOSIO suele pasar desapercibido hasta para sus conciudadanos de Monterrey.
Desde que usaba el viejo nombre de Convergencia, el MC ha jugado las dos posibilidades, propias de esa condición minoritaria que en 30 de los 32 estados podríamos definir como marginal.
(1) Socio junior (partido satélite). Bajo esta fórmula operó trepado en hombros del PRD, para las elecciones presidenciales de 2000, 2006 y 2012.
Para luego, en 2018, subirse al carro de la alianza PAN-PRD. Un PRD (por cierto) ya para entonces muy descolorido, con anemia aguda, pues su capital humano se había mudado a MORENA.
(2) Partido bisagra. Opción que buscaría consolidar al MC como una potencia media, con agenda propia y un margen importante de autonomía, aprovechando que ya ganó dos gubernaturas y esto le representa un capital importante.
Esto es, manejarse como un factor de poder sin capacidad todavía de ganar, pero con muchas posibilidades de influir en condiciones de polarización como la que hoy se observan. El fiel de la balanza.
¿CREPÚSCULO?
En ambos casos, como partido que no logra superar su fase adolescente, la organización naranja busca apalancarse en las campañas presidenciales para cosechar alcaldías, curules locales y federales, senadurías y cierta cuota de gobiernos estatales, cuando la coyuntura lo permita.
Para ser sinceros, la opción bisagra pintaba bien para un dirigente calculador y reconocidamente hábil como DELGADO, hasta que apareció en escena XÓCHITL.
Fenómeno inesperado cuyo efecto imán representa una amenaza para la base clasemediera del MC. De aquí las presiones del más diverso tipo que restan viabilidad al referido proyecto bisagra.
Lo cual permite que asome la vieja opción, la del socio junior, aliado con fuerzas mayores, como fungió junto al PRD en 2000, 2006 y 2012 y luego con PAN y PRD en 2018.
Para el entrante 2024, cabe recordar que sumados, el PRI y el PAN, controlan siete gubernaturas, frente a las dos que tuvo Movimiento Ciudadano hasta antes del rompimiento con ALFARO.
Acaso ahora pudiera negociar una mejor tajada en el reparto de posiciones, tomando en cuenta su fuerza en Nuevo León y parcialmente en Jalisco. Aún así, sería un accionista menor de todo el paquete.
Por ello, el amasijo de dudas que hoy envuelve a DANTE y divide opiniones entre sus operadores cercanos, incluyendo a bancadas en ambas cámaras y comités estatales.
Este infierno donde parece atrapado el veracruzano contextualiza y explica sus declaraciones de este jueves a JOAQUÍN LÓPEZ DÓRIGA en RADIO FÓRMULA cuando DANTE dijo: “‘Si MC no tiene más votos que los partidos tradicionales, me retiro” (nota y video: https://tinyl.io/9EBm).
Insistiendo, además, en su vieja consigna de que solo el MC puede derrotar a MORENA. Afirmación en exceso voluntarista, señal de que su vida útil está llegando al ocaso y por ello invoca el retiro.