Lun. Nov 4th, 2024

Cd. Victoria, Tam.- El abogado SAMUEL REYES está tejiendo una cuidadosa red argumental en torno al caso de la regidora DENISSE AHUMADA (retenida en Texas por transportar droga) bajo el alegato central de que (1) viajó amenazada y (2) sin saber qué mercancía llevaba escondida.

Evitando fijar en este espacio inocencia o culpa, ni juzgar si es válida (o no) su argumentación, importa advertir cierta posibilidad de éxito, basada en su congruencia.

En México como en todo el mundo, cualquier jurista sabe que, para fines de eficacia profesional, su argumentación no necesita ser verdadera, con que resulte creíble basta. Depende más de su solidez que de su veracidad.

Ojo al detalle, ya aceptan ambos (DENISSE y su defensor) que hubo dos viajes, pero procuran también catalogar al traslado anterior en los mismos términos. Habría obedecido a una amenaza y sin conocer la naturaleza del producto.

Buen esfuerzo, mire usted, para recomponer la historia. No fueron, pues, “otros” viajes, como se mencionaba al principio. Tan sólo uno más, lo que facilita la tesis del amago.

En cualquier caso cabría preguntar a la dama por qué prefirió la obediencia a la denuncia, aunque podría responder que las amenazas se extendían a su familia.

Aflora otro punto vulnerable, cuando se argumenta que la señora AHUMADA nada sabía sobre la naturaleza de los envíos, por el presunto dicho atribuido a los agentes migratorios de que al momento de su detención, ella confesó haber transportado antes una droga llamada cristal (metanfetamina).
Será trabajo de la defensa invalidar este detalle, sustentar de alguna manera que sus palabras fueron malinterpretadas y que ella, de plano, “no dijo lo que dijo”, ni en el segundo viaje (cocaína) ni en el primero (metanfetamina).

En esto ha sido tajante SAMUEL: -«Nunca admitió que estaba transportando drogas, eso es mentira», dijo, añadiendo que la policía actuó de manera descuidada al asegurar que su cliente habría confesado tal cosa.
 
NI SABE, NI SUPO
Igual comenté antes aquí que el subtema de las amenazas tiene, al menos, dos aristas. (1) Ciertamente, ayuda a la detenida si dicho amago se ubica en el tiempo anterior al viaje, pues lo entendemos como motivación negativa para cometer los delitos derivados del caso, introducir a dicho país sustancias prohibidas y transportarlas con propósito de venta, entre otros.

Aunque igual (2) pudieran existir amenazas a posteriori. Para decirle a la cómplice que se calle y no señale hacia socio alguno dentro del proceso de envío y entrega, en México y Estados Unidos. Algo parecido a la ley omertá.

Sea cual fuere la interpretación, el defensor además está aconsejando a su cliente el pedir asilo, para reforzar con ello la doble condición de víctima, al decir que fue obligada a cometer delitos graves y ver hoy peligrar su integridad física y su vida.
En este sentido, la frase favorita del abogado REYES es “ella nunca supo”. En efecto, le conviene no saber ni qué clase de sustancias cargó en su vehículo, ni identificar a quienes le hicieron el encargo y la amenazaron de muerte a ella y a sus dos hijas (“con armas de fuego”, precisa).

Insistente el argumento, casi un mantra de repetición constante. Ni sabe, ni supo, no conoce, desconoce ignora nombres, no puede ubicar rostros, ni personas. El candor, la ingenuidad, el desconocimiento, como argumentos esenciales.

Su oficio, pues, no era de “mula”. Habría fungido como tal (solo dos veces, subrayan) de manera ocasional, circunstancial y contra su voluntad. Mulita a la fuerza, sin complicidad alguna. Órale.
Aunque el anterior juez de McAllen JUAN F. ALANIS negó en principio la libertad bajo fianza, una vez reubicado el pleito en el condado de Brooks, la defensoría señala entre sus metas inmediatas el lograr que la regidora salga de prisión mediante un pago razonable.

Y también que su caso califique para obtener asilo en Estados Unidos, ante el riesgo que corren, ella y su familia. No parece haber en este escenario un pronto retorno a tierras mexicanas. Todo lo contrario y esto es noticia para el cabildo de Reynosa.
 
GUIÓN DE VÍCTIMA
La estrategia de REYES parece estar rompiendo con la dicotomía planteada en principio, entre (1) asumir las consecuencias de tales ilícitos y resignarse a pagarlos con cárcel, o bien (2) acogerse al programa de protección a testigos y obtener penas suaves a cambio de señalar a cómplices mayores.

El camino que ha seguido el caso estaría evolucionando hacia una tercera opción. Acaso el mejor (o el menos peor) de los mundos posibles. Esto es (3) asumir de manera total el papel de víctima para evitar las consecuencias y riesgos de los primeros dos incisos.

Ni acepta culpa ni delata a sus cómplices. Y la clave es el referido mantra que le ha implantado su abogado como script mental, estribillo argumental, guion muy sencillo y al mismo tiempo tajante que pretende exculparla de cualquier responsabilidad legal y al mismo tiempo exorcizar sus demonios.
Nunca supo lo que llevaba, ni siquiera conoció a quienes la mandaron, menos aún a los destinatarios, tampoco podría identificarlos, nada sabe sobre las dos puntas de la hebra, ni en territorio mexicano, ni en San Antonio.

La suerte de la regidora descansaría, pues, en la autoridad texana que estudie los argumentos de la defensa, aunque el detalle de su triple identidad en redes sociales siga dejando mucho que pensar.
Ya se comentó en este espacio. Uno de sus seudónimos preocupa hondamente, cuando se hacía llamar MÓNICA ROBLES, como la buchona de la narcoserie televisiva “El Señor de los Cielos”, lo cual da mucho que pensar. El abogado también deberá considerar este detalle.