La transparencia y la rendición de cuentas son pilares fundamentales para cualquier gobierno democrático. Sin embargo, en el reciente escándalo que ha sacudido al ayuntamiento de Reynosa, estos principios parecen haber sido dejados de lado en favor de la ocultación de información incómoda.
La detención de la regidora Denisse «N» en Texas, acusada de transportar un cargamento de cocaína, ha generado una serie de reacciones en el gobierno local. En lugar de abordar el problema de manera abierta y transparente, las autoridades municipales han decidido borrar cualquier rastro de su participación en eventos oficiales.
Es preocupante observar cómo se han eliminado imágenes y videos en los que la regidora aparece junto al presidente municipal. Desde su participación como anfitriona en el evento del Día del Maestro, hasta su presidencia en la sesión de Cabildo, todas estas imágenes han sido borradas de los archivos públicos.
La ciudadanía tiene derecho a conocer la verdad y a ser informada de manera veraz sobre las acciones de sus representantes. Al borrar estas imágenes, el gobierno municipal de Morena está enviando un mensaje preocupante: que prefiere ocultar la realidad en lugar de asumir responsabilidades y brindar transparencia.
Este tipo de acciones erosionan la confianza de los ciudadanos en sus gobernantes y alimentan la desconfianza en las instituciones. En lugar de enfrentar el problema de frente, se está perpetuando una cultura de encubrimiento y negación de la realidad.