Los precandidatos presidenciales de Morena que arrancan campaña el lunes, y no a finales de noviembre como marca la ley electoral, deben ser descalificados de la competencia.
Pablo Hiriart
Uso de Razón
La sangre fría del Presidente para mentir en las narices de los consejeros del INE sólo se explica por el deterioro de la calidad profesional de sus integrantes.
Salvo un par de excepciones, los demás son un caso perdido.
¿Vieron la foto oficial que distribuyó Presidencia luego del encuentro de los consejeros con AMLO?
Guadalupe Taddei le mete medio cuerpo al Presidente para subrayar cercanía o familiaridad.
Vamos a lo indiscutible: López Obrador les mintió en su cara y salvo una consejera los demás asintieron.
En la conferencia matutina del martes se le preguntó al Presidente si las campañas de los precandidatos morenistas constituían un acto anticipado de campaña. Y contestó:
“Pues no, porque no están eligiendo, según estoy enterándome (sic), al precandidato. Es un coordinador o coordinadora de la transformación”.
Lo mismo les dijo horas más tarde a los consejeros del INE. Así, en su cara y a sangre fría.
O sea que esta encuesta no es para elegir a la candidata (o) presidencial de Morena.
¿Entonces harán otra encuesta en la última semana de noviembre para seleccionar a su candidato presidencial, como lo marcan los estatutos de Morena y la ley electoral?
De acuerdo con la nota del experimentado reportero Alonso Urrutia, de La Jornada, López Obrador les dijo expresamente que no tiene interés en involucrarse en las elecciones de 2024 ni en las decisiones de Morena.
Urrutia y dos colegas suyos recogieron las versiones de consejeros luego de la reunión con AMLO:
“El Presidente ‘se mostró platicador, sensible y preocupado’ por no violar las normas. ‘Fue enfático en que no quiere violar la ley’”.
Consejeros: AMLO fue el promotor de esta encuesta y sus reglas para elegir al candidato (a) presidencial de Morena, y en una cena convocó a los aspirantes a renunciar a los cargos y a respaldar al ganador.
¿No se enteraron?
Les dijo a los consejeros del INE que no, que la encuesta, según se está enterando, es para elegir al coordinador de la defensa de la transformación.
Entonces, ¿todo fue mal entendido?
Dicen los peninsulares que “todo exceso es mucho”, y en este caso el Presidente se voló la barda con esa mentira. Les faltó al respeto a los consejeros.
Salvo una consejera, los demás minimizaron el tema.
Todo sería para el anecdotario de la picaresca política, salvo que la encuesta y la campaña de Morena ponen a ese partido en la ilegalidad.
Sus precandidatos se adelantan, de manera ilegal, cinco meses a sus futuros competidores.
Los aspirantes que arrancan campaña el lunes, y no a finales de noviembre como marca la ley electoral, deben ser descalificados de la competencia.
Menos de 24 horas después (es decir ayer en la conferencia matutina), el que no se va a involucrar, dijo: “Es importante pensar en votar por el candidato a la Presidencia, pero también votar por que ese candidato o su proyecto tenga mayoría calificada en el Congreso porque hacen falta modificaciones”.
Al diablo con la ley. Se burló de los consejeros en sus caras.
En la reunión sí se tocó el tema de la encuesta de Morena. Según el consejero Uuc-kib Espadas, “hubo algún comentario por la preocupación de que ello pudiera derivar en actos anticipados de campaña, y quedó como uno de los asuntos que se irán resolviendo caso por caso”.
“Algún comentario”, eso fue todo.
Quien planteó el tema fue la consejera Claudia Zavala. Fue directa: aunque pareciera que hay un hueco legal tienen que ceñirse a la ley en lo que indica que los procesos internos de los partidos empiezan la tercera semana de noviembre.
Más claro, ni el agua.
El lunes arranca un proceso ilegal, con los dados carados en favor del partido del Presidente.
Si aún hay ley en México, los cuatro candidatos deben ser descalificados y Morena sancionado con una multa como fueron, en su momento, las aplicadas al PRI por el Pemexgate y al PAN por los Amigos de Fox.
Si es que aún hay ley, y Tribunal Electoral.