Mié. Oct 9th, 2024

En andando por estos lugares de Stavanger, nos llaman la atención una pintura que fue encargada a Gustav Klimt, para el Aula Magna de la Universidad de Viena que recién se había construido.

En consulta a la obra de Angélica Bäumen, (analista, crítica de arte y autora de numerosas publicaciones) «Women»; traducida al inglés por Germán y Ewald Osers; nos enteramos que el tema a pintar sobre el techo es.

«El triunfo de la Luz sobre las Tinieblas».

En uno de los cuatro paneles se toca el tema «La Teologia», y en los restantes, los temas de «Filosofía», «Medicina» y «Jurisprudencia», a cargo de Gustav Klim.

Pero, ¿Quién fue Gustav Klim?

Se dice que provenía de una familia de artesanos, y que su padre era un grabador en oro, de una familia de campesinos en Bohemia.

Su madre era Vienesa, y tuvieron siete hijos Gustav, fue el segundo de los hermanos que se convirtieron en artistas.

Gustav, ejecutó numerosos encargos y creó muchos marcos excepcionalmente hermosos para las pinturas.

A la edad de 14 años ingresó a la Escuela de Artes Aplicadas del museo austriaco de Arte e Industria hoy Escuela de Artes tuvo varios encargos importantes junto con su hermano, para el Teatro Municipal y una serie de pinturas para techos en las casas de la Aristocracia.

Nos llama particularmente la atención la de la Universidad de Viena.

Nuestra visita a Stavanger, Noruega; nos atrapa en el entorno cultural; aunque en ocasiones la barrera del idioma nos limita a profundizar en los temas.

Sin duda la obra de Angelica Baümer, que tuvimos en nuestras manos y de la cual, tomaré tres gráficas de lo que pintó Gustav.

1.-Filosofia, panel del techo del Gran Salón de la Universidad de Viena, 1899-1907, destruido por un incendio en 1945.

2.- Medicina, Panel del techo del Gran Salón de la Universidad de Viena, 1900-7. Destruido por un incendio en 1945.

3.- Jurisprudencia, Panel del techo del Gran Salón de la Universidad de Viena, 1903-7, destruido por un incendio en 1945.

Obras que como tantas otras de las civilizaciones del tiempo, van quedando en el olvido.

¿Qué nos llamó la atención de las pinturas de este autor donde prevalece la «mujer», la «sensualidad» y el uso de «oro»; conocimiento seguramente del ejemplo artesanal de su padre.

Seguramente su estilo moderno, y como dicen sus críticos, «la manera en que logró capturar y transmitir emociones a una intensidad elevada».

La vida de nuestro personaje, poco conocido se desenvuelve en Viena.

Viena, capital de Austria, cuyos residentes connotados han sido; Mozart, Beethoven y Sigmund Freud; empezaba su decadencia en tiempos en que la sociedad y la política austriaca a finales del siglo XIX se caracterizaban por una multiplicidad de factores; «la pobreza de los trabajadores», explotados y sus cortas expectativas de vida resultante de las pauperrimas condiciones de vida, la falta de higiene y el hambre.

«Tanta mojigatería de la época que intentaba ocultar su desesperanza bajo el manto de moralidad falsa y maldad; pequeña élite aristocrática y política que tal vez empezaba a tomar conciencia del malestar general y de la necesidad de renovación pero era incapaz de actuar y contribuir», llegando al colapso total.

Como en todo movimiento de inconformidad social hay un líder a seguir y este fue al parecer Carlos Ever, visto como el garante la reconciliación de los peores antagonistas.

Por otra parte, Viena, es antisemita, que no era de preocupar al menos para ellos.

En este entorno se desenvuelve este personaje cuyas obras están cargadas de sensualidad, con un estilo pictórico -según los entendidos-, absolutamente ecléctico, cada vez más cargado de abstracción y plástica innovadora, anunciación de su expresismo posterior.

Sus pinturas extremadamente ornamentales, donde abundante el oro, los motivos geométricos y la sensualidad como hemos dicho.

Imposible estar en el noreste de Europa y particularmente en la península escandinava y sustraerse a «la tendencia artística de sus fronteras Suecia, Finlandia y Rusia.

Que se valen de símbolos para buscar el conocimiento intelectivo y la expresión conceptual».

En ocasiones intento comparar la influencia del entorno de estos lugares con Tampico, y aterrizo en esa vasta extensión cultural de las Huastecas.

Tan completa de riqueza prehispánica, llena de simbolismos, que forman parte de nuestra cotidianidad en un marco que parece nos limita a expresar culturalmfnte por la apatía de los comerciantes, mayoría de emigrantes, con una identidad perdida entre sus ancestros y la nueva expresión de vida rutinaria sin más sentido que la acumulación del materialismo económico.

Y sin embargo, hay muchísimo talento luchando por salir de ese claustro de oscuridad artística que de vez en cuando da luces y soles que brillan con gran intensidad.

Según yo, es el tiempo de romper esas cadenas limitantes a expresar públicamente los talentos escondidos muy dentro de nosotros para plasmarlas, con palabras, colores y símbolos que trasciendan en los tiempos más allá de un simple «juancho», o una «tortas de la barda», sin restarle sus méritos.

Gcv

Desde Stavanger Noruega.

17/10/23