La Marina lo metió al monte, lo golpearon, lo arrastraron entre las espinas y luego le prendieron fuego a su camioneta, donde lo amarraron para calcinarlo, pero como los gatos, se salvó de milagro.
Alejandro Mares Berrones
H. Matamoros, Tamaulipas.- Desde la llegada de las Fuerzas Especiales de la SEDENA, los operativos de estado y de la Marina Armada de México, han resultado en abusos hacia la población matamorense, que ha sido blanco de maltratos, pero lo más grave es lo que acaba de ocurrir hoy 23 de enero, a un habitante del puerto El Mezquital, de nombre Ulises Cervantes Cruz.
La patrulla de la Marina número 101532, lo paró en la carretera Puerto El Mezquital, a las 17:30 horas, cuando conducía una camioneta cargada de mercancía de una tienda para la que trabaja.
A Ulises lo detuvieron, prácticamente lo secuestraron, le empezaron hacer preguntas, pero él no les repondió nada, los militares le gritaban que le pusiera el dedo a los narcos, pero el joven de 29 años no es ningun delincuente, es una persona trabajadora.
La víctima relató que lo metieron al monte, mientras lo golpeaban, y se identificó como chófer de una tienda de abarrotes, pero los marinos al no obtener la información que a golpes le solicitaban, de coraje le incendiaron la camioneta, con todo y la mercancía.
Lo arrastraron entre los matorrales llenos de espinas, quedó con los ojos morados y su espalda toda raspada por la arrastrada que le dieron.
Ulises fue amarrado y dejado en la camioneta, a la que le prendieron fuego, con toda la intención de matarlo, de calcinarlo, como si se tratara de un Escuadrón de la Muerte.
Además le robaron el celular, la cartera, dinero y tarjetas, según el Ejército y la Marina están para proteger al pueblo, pero ya empezaron a atropellar los derechos humanos de los matamorenses, pues este no es el primer abuso que comenten.
Como dijo Simón Bolivar: «Maldito el soldado que apuntó su arma hacia su pueblo».