Los homicidios en América Latina son impulsados por cárteles violentos. El impacto de los cárteles mexicanos es especialmente amplio porque se aprovechan de los migrantes indocumentados a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México, violan los derechos humanos y debilitan las instituciones políticas y económicas. Sin embargo, los cárteles siguen siendo misteriosos a pesar de ser un empleador importante. Porque entender cómo funcionan los cárteles mexicanos es esencial para atenuar su poder, Prieto-Curiel et al. realizó un análisis sofisticado que estimó el tamaño de su población y examinó los factores que impulsan el crecimiento y la contracción de los cárteles (véase el Foro de Políticas de Caulkins et al.). Los factores incluían «reclutamiento» (se unen nuevos miembros del cártel), «incapacitación» (la policía encarcela o arresta a los miembros), «conflicto» (los cárteles luchan contra otros cárteles) y «saturación» (los miembros se van). Los hallazgos sugieren que reducir el «reclutamiento» en lugar de aumentar la «incapacitación» es una política mucho más efectiva para disminuir la violencia. —Ekeoma Uzogara.
Abstracto
Los cárteles mexicanos pierden muchos miembros como resultado del conflicto con otros cárteles y encarcelamientos. Sin embargo, a pesar de sus pérdidas, los cárteles logran aumentar la violencia durante años. Abordamos este rompecabezas aprovechando los datos sobre homicidios, personas desaparecidas y encarcelamientos en México durante la última década junto con información sobre las interacciones de los cárteles. Modelamos el reclutamiento, la incapacitación estatal, el conflicto y la saturación como fuentes de variación del tamaño del cártel. Los resultados muestran que para 2022, los cárteles contaban entre 160.000 y 185.000 unidades, convirtiéndose en uno de los principales empleadores del país. Reclutar entre 350 y 370 personas por semana es esencial para evitar su colapso debido a las pérdidas agregadas. Además, mostramos que aumentar la incapacitación aumentaría tanto los homicidios como los miembros de los cárteles. Por el contrario, reducir el reclutamiento podría reducir sustancialmente la violencia y reducir el tamaño de los cárteles.
América Latina alberga solo el 8% de la población mundial, pero aproximadamente uno de cada tres homicidios intencionales en todo el mundo ocurre en la región (1). México representa una parte relevante de tales homicidios, principalmente debido a la presencia de larga data de los cárteles en muchas áreas del país. En 2021, México reportó 34,000 víctimas de homicidio intencional, casi 27 víctimas por cada 100,000 habitantes, y se ubicó entre los países menos pacíficos de América Latina (2). Entre 2007 y 2021, el número de homicidios en el país aumentó en más de 300% (3), y fuentes institucionales cuantifican que entre 2006 y 2018, entre 125.000 y 150.000 homicidios estuvieron relacionados con el crimen organizado en México (4).
Los efectos de los cárteles en la sociedad mexicana son de gran alcance. Estos implican su presencia en una amplia gama de actividades ilegales más allá del tráfico de drogas (5, 6), el deterioro de los derechos humanos (7) y el debilitamiento de la estabilidad institucional a través de extensos actos de violencia (8, 9). Además, algunos cárteles han adquirido una dimensión transnacional, expandiendo sus negocios a los Estados Unidos y más allá (10).
En este contexto, aunque los cárteles pierden decenas de miembros diariamente como resultado de asesinatos e incapacitación estatal a través de encarcelamientos, la violencia a lo largo de los años no ha disminuido. Abordamos este rompecabezas estudiando la evolución de los cárteles, derivando sus tamaños y considerando cuatro fuentes fundamentales de variación de tamaño: reclutamiento, incapacitación, conflicto y saturación. Estas fuentes capturan las diferentes dinámicas exógenas y endógenas que explican por qué y en qué medida los cárteles crecen o se reducen. La contratación se refiere al proceso de atraer una nueva mano de obra que lleve a cabo de manera estable tareas (tanto estrictamente delictivas como no) para los cárteles (11). La incapacitación mide la capacidad del Estado para contrarrestar los cárteles a través del encarcelamiento (12). Considerar todos los encarcelamientos nos permite evitar el sesgo de enfocarnos solo en los encarcelamientos por homicidios, que son solo una fracción de los delitos cometidos por miembros del cártel. El conflicto describe hasta qué punto los cárteles chocan y luchan entre sí (13, 14). Finalmente, la saturación caracteriza la inestabilidad interna y los abandonos, que conducen a la fragmentación organizacional (4, 15).
A pesar de la importancia económica, social y política de los carteles mexicanos, carecemos de información esencial para comprender mejor cómo funcionan. De hecho, principalmente carecemos de estimaciones del tamaño de estas entidades criminales. También carecemos de estimaciones sistemáticas de asesinatos y secuestros relacionados con los cárteles y cifras relacionadas con las tendencias de reclutamiento, lo que hace que sea extremadamente difícil profundizar nuestro conocimiento sobre su presencia, recursos y objetivos. La naturaleza secreta de las acciones de los cárteles, así como la insuficiente cantidad de información accesible para mapearlos, los hace conceptualmente similares a las cajas negras, de las cuales solo podemos extrapolar proxies imperfectos de actividad utilizando, por ejemplo, el número diario de homicidios o el número de encarcelamientos relacionados con drogas que ocurrieron en el país (16). Aunque las tendencias de homicidio y encarcelamiento son imperfectas porque no discriminan entre delitos que ocurrieron específicamente en el contexto del crimen organizado, pueden usarse para estimar la capacidad de violencia de los cárteles y la incapacidad del estado contra ellos. En este trabajo, nos basamos en esta intuición y explotamos datos sobre asesinatos, personas desaparecidas y encarcelamientos en México entre 2012 y 2022 para derivar el tamaño de los cárteles. Proponemos un sistema matemático para representar su comportamiento a lo largo de 10 años y buscamos arrojar luz sobre los mecanismos dentro de la llamada caja negra de los cárteles.
Este trabajo tiene dos objetivos principales. En primer lugar, nuestro objetivo es obtener estimaciones plausibles de la población de los cárteles, incluido su número de miembros y su capacidad de reclutamiento. En segundo lugar, buscamos simular diferentes escenarios de políticas (es decir, una mayor incapacitación estatal y prevención del reclutamiento) para desentrañar los efectos de las diversas estrategias para frenar el poder de los cárteles y, a su vez, la violencia en el país. Nuestro marco conceptual se basa en la evidencia de que, a pesar del alto número de asesinatos y encarcelamientos en los últimos 10 años, los cárteles han mantenido e incluso aumentado su poder, control y recursos, introduciendo aún más violencia en el país. Para construir nuestro modelo, medimos datos sobre 150 cárteles activos en México en 2020, incluyendo información sobre sus alianzas y rivalidades y datos correspondientes a homicidios, personas desaparecidas y encarcelamientos.
Métodos
Hacemos dos preguntas de investigación (RQ). PI1: ¿Cuál es el tamaño de la población del cártel de México y cuál es su capacidad para reclutar miembros? PI2: Para controlar la violencia de los cárteles, ¿es una estrategia de política preventiva (centrada en reducir los esfuerzos de reclutamiento de los cárteles) más efectiva que una estrategia de política reactiva (centrada en aumentar los esfuerzos policiales para encarcelar a los miembros del cártel)?
Consideramos cuatro mecanismos que explican por qué varía el tamaño del cártel: reclutamiento, incapacitación, saturación y conflicto (Fig. 1). Modelamos el conflicto entre cárteles con una red ponderada, donde un nodo representa a cada cártel, y un borde representa un conflicto en algún estado de México. Del mismo modo, construimos una red ponderada de alianzas entre cárteles de diferentes estados. El modelo es un sistema de ecuaciones diferenciales acopladas, una para cada cártel. Aunque no podemos observar la mayoría de los aspectos de los cárteles (como su reclutamiento y conflictos internos), utilizamos el número observado de víctimas y encarcelamientos para estimar los parámetros del modelo e inferir el tamaño de cada cártel. Luego usamos esas estimaciones para pronosticar diferentes escenarios para los próximos 5 años en México. Véanse los materiales complementarios, secciones A a F, para obtener detalles sobre la metodología.
Resultados
PI 1: Estimación de las poblaciones de los cárteles
La mayoría de las actividades relacionadas con los cárteles están organizadas como redes oscuras para mantener sus operaciones y actividades cubiertas (17, 18). Sin embargo, sus pérdidas humanas causadas por la violencia homicida y la acción del Estado a través de la incapacitación proporcionan información sobre los montos generales de tales actividades. Aprovechamos las tendencias en homicidios, personas desaparecidas y encarcelamientos durante la última década para motivar nuestra investigación del tamaño de los cárteles en México (materiales complementarios, sección A). No todas las pérdidas están directamente relacionadas con el conflicto entre cárteles (por ejemplo, violencia doméstica), y algunas son un subproducto de su disputa (por ejemplo, muertes sufridas por familiares o transeúntes). Para estudiar el tamaño y la evolución de la población del cártel, modelamos exclusivamente los homicidios entre miembros del cártel (es decir, homicidios en los que la víctima y el perpetrador son ambos miembros del cartel). El punto de partida es que los cárteles no han visto disminuido su poder porque la violencia tampoco ha disminuido. En México, 686 personas fueron asesinadas cada semana de 2021, con 137 personas adicionales reportadas como desaparecidas y aún por encontrar, y más de 2500 personas fueron encarceladas cada semana (3, 19, 20).Utilizamos el número de pérdidas del cártel para inferir propiedades que de otro modo serían desconocidas, incluido su tamaño y tasa de reclutamiento. Los datos recopilados a partir de fuentes abiertas por el Programa de Política de Drogas (PPD) (21) permiten detectar la existencia de κ = 150 cárteles activos en México en 2020. Sobre la base de estos datos, definimos operacionalmente a los cárteles como aquellas organizaciones criminales que se encuentran activas en México, independientemente de su tamaño y actividad (materiales complementarios, sección B). Los cárteles tienen diferentes interacciones: pueden ser aliados, no pueden tener interacciones (particularmente desde lugares distantes), o pueden luchar por territorio o recursos, creando pérdidas sustanciales entre ambos grupos. Para representar estas interdependencias, construimos dos redes ponderadas separadas: los aliados.
Un y rivalidades
�—recrear cárteles conflictivos y cooperantes, con ponderaciones correspondientes al número de Estados en los que interactúan dos cárteles (fig. 2). Los principales carteles, como Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), el Cartel de Sinaloa y Nueva Familia Michoacana, están presentes casi a nivel nacional y tienen alianzas con muchas organizaciones satélites que forman tres grupos principales. Estos grupos luchan entre sí, creando la mayor parte de la violencia entre los cárteles (16). Las organizaciones más pequeñas son locales en una ciudad y tienen pocas interacciones (cooperación o conflicto) con otros cárteles.
Número de miembros del cártel i en el momento t, expresado como CYo(t), aumenta instantáneamente según ρ CYo, donde ρ es la tasa de contratación fija. Debido a las fuerzas estatales, el tamaño del cártel disminuye en ��Yo/∑��� para algunos η > 0 que representa la tasa de incapacitación. Debido a la inestabilidad interna, los abandonos y la disminución de los rendimientos, los grupos grandes disminuyen su tamaño instantáneamente en ��Yo2 para algún valor pequeño de ω > 0, conocido como la tasa de saturación (22, 23). El impacto del conflicto entre dos cárteles, i y j, se modela de acuerdo con el número de delincuentes de homicidio entre grupos rivales, que se supone que es proporcional al tamaño del cártel, por lo que el cártel i sufre bajas instantáneas según θ CYoCj, donde θ ≥ 0 es la tasa de mortalidad de los conflictos relacionados con los delincuentes de homicidio dentro de los cárteles. Combinando reclutamiento, encarcelamiento, conflicto y saturación, obtenemos�˙Yo=��Yo︸reclutamiento−��Yo�︸incapacitación−�∑�≠1��Yo���Yo�︸conflicto−��Yo2︸saturación
(1)Dónde �˙Yo indica la tasa de cambio en el tamaño del cártel i, y SIj ≥ 0 captura la interacción entre cárteles. Obtenemos un sistema de κ = 150 ecuaciones diferenciales acopladas, una para cada cártel (materiales suplementarios, sección C). El número de bajas semanales producidas por todos los cárteles viene dado por ��=��⊤��, donde C = (C 1,C 2,…,Cκ). Los cárteles reclutan a personas de ρC, donde
�=∑�Yoy Yo�=�∑Yo=1��Yo� están incapacitados. En línea con trabajos anteriores sobre otros tipos de organizaciones, asumimos que el tamaño inicial del cártel es una distribución de cola pesada (materiales suplementarios, sección D) (24-26). Utilizamos el número semanal observado de bajas e incapacitaciones para estimar el número variable en el tiempo de miembros del cártel. CYo(t).
No todas las muertes, personas desaparecidas e incapacitaciones observadas en el país son sufridas por miembros del cártel, y la mayoría de las incapacitaciones no están vinculadas a los encarcelamientos de miembros del cártel. En nuestro análisis, estimamos las bajas como la suma de personas desaparecidas con asesinatos y consideramos que una fracción f = 10% de las muertes semanales observadas y una fracción g = 5% de las incapacitaciones son miembros del cártel (materiales complementarios, sección D). En total, 50.000 bajas y 55.000 incapacitaciones involucran directamente a miembros del cártel. Sobre la base de estas cifras, estimamos que en 2012, había 115.000 miembros del cártel y que para 2022, el número aumentó a 175.000. Por lo tanto, a pesar de los esfuerzos del estado para obstaculizar su poder, los cárteles han aumentado su tamaño en 60,000 miembros en una década. Encarcelar a casi 6000 miembros del cártel cada año no les ha impedido convertirse en organizaciones más grandes. Dadas las condiciones actuales, cuantificamos 120 muertes semanales relacionadas con cárteles, con un aumento del 77% entre 2012 y 2022. Para garantizar que nuestros resultados no estén impulsados por suposiciones erróneas sobre el número de homicidios entre miembros del cártel y encarcelamientos de afiliados del cártel, realizamos pruebas de sensibilidad considerando los escenarios entre 40,000 y 60,000 bajas del cártel y 45,000 y 65,000 incapacitaciones. Al considerar la variación de estos dos parámetros, obtenemos que la población total de miembros del cártel en 2022 se encuentra entre 160,000 y 185,000 unidades. Al mismo tiempo, se utilizaron pruebas de sensibilidad adicionales para tratar de cuantificar el efecto de los posibles datos faltantes a nivel de red en relación con las alianzas y rivalidades. Agregar un 10% más de cárteles conduciría, en promedio, a un 3.2% más de miembros que los 175,000 estimados. Además, también proporcionamos evidencia de que agregar un 10% más de alianzas o rivalidades afectaría como máximo la dimensión general de la violencia en un 5% (materiales complementarios, sección E). Incluso en un escenario conservador, los cárteles mexicanos han perdido alrededor de 200 miembros por semana durante años (Fig. 3A). Específicamente, estimamos que en una década, 285,000 personas actuaron como unidades del cártel y que, en total, el 37% de ellas han fallecido (17%) o están encarceladas (20%).
A pesar de la competencia con otros cárteles y la incapacitación de las fuerzas estatales, los cárteles han prevalecido durante décadas. Entre enero y diciembre de 2021, los cárteles reclutaron a 19.300 personas, perdiendo 6500 miembros como resultado del conflicto con otros cárteles y 5700 miembros como resultado de la incapacitación, lo que resultó en una ganancia neta de aproximadamente 7000 miembros durante ese año (materiales complementarios, sección D). Se observa una estimación similar para cada año entre 2012 y 2022. A menos que todos los cárteles combinados recluten entre 350 y 370 personas por semana, se habrían derrumbado como resultado del conflicto, la incapacidad y la saturación combinados (Fig. 3A).
Dada la población general estimada, todos los cárteles combinados son el quinto empleador más grande en México (27) (Fig. 3B). Los 10 cárteles más grandes de México tienen más del 50% de los afiliados activos en el país, pero el conflicto entre ellos sólo produce el 15% de las víctimas mortales (Fig. 3C). La mayoría de los cárteles son pequeñas organizaciones locales que desempeñan un papel fundamental en la creación de violencia en el país, a menudo convirtiéndose en objetivos de organizaciones más poderosas. Investigaciones anteriores han sugerido que los grandes cárteles con frecuencia adoptan células fragmentadas de otras estructuras más débiles y menos experimentadas (16). Los pequeños cárteles desempeñan un papel crucial porque es más probable que se conviertan en objetivos de poderosas organizaciones ilícitas en lugar de luchar contra organizaciones de tamaños similares. Estimamos que más de la mitad de las bajas del país son el resultado de la lucha entre los 140 cárteles más pequeños y los 10 más grandes (materiales suplementarios, sección B).
PI2: Comparación de escenarios de directivas
Sobre la base del tamaño de los cárteles en 2022 y las tendencias observadas en la última década, prevemos que el número semanal de víctimas relacionadas con el crimen organizado seguirá aumentando en los próximos años. Estimamos que si las tendencias actuales continúan, los cárteles seguirán aumentando su poder, y podríamos observar un 40% más de bajas y un 26% más de miembros del cártel para 2027. Probamos la efectividad de dos escenarios políticos principales diseñados para reducir la violencia futura en el país: primero, una estrategia preventiva dirigida a reducir el reclutamiento de cárteles, y segundo, una estrategia reactiva dirigida a aumentar la incapacitación. Por un lado, duplicar la incapacitación, con todos los costos y desafíos asociados para aumentar los recursos de seguridad (incluido el personal policial, el ejército, las prisiones, etc.), aún resultará en un aumento del 8% en el número de víctimas y un aumento del 6% en el número de miembros del cártel. Incluso duplicar los encarcelamientos se traducirá en un aumento de la violencia (Fig. 4). Los cárteles tienen un equilibrio crítico donde su reclutamiento compensa sus pérdidas, manteniendo un tamaño estable. Sin embargo, si la tasa de reclutamiento de un cártel está un 10% por encima de su equilibrio, la tasa de incapacitación debe aumentar en más del 21% para desmantelarlo (materiales suplementarios, sección F).
Por el contrario, disminuir la capacidad del cártel para reclutar a la mitad reducirá las bajas semanales para 2027 en un 25% y el tamaño del cártel en un 11%. Matemáticamente, una estrategia preventiva es mucho más exitosa que una estrategia reactiva tradicional. Sin embargo, la población del cártel es tan grande que, incluso en el escenario hipotético donde el reclutamiento cae a cero, tomaría 3 años volver a los niveles de violencia ya altos observados en 2012. Esto requiere además iniciativas rápidas y oportunas a gran escala para reducir el reclutamiento en el país.
También evaluamos los efectos de dos escenarios de políticas auxiliares adicionales. El primero está diseñado para alterar el tipo de conflicto entre los cárteles (por ejemplo, presionar por una narcopaz), y el segundo está dirigido a modificar los niveles de saturación de los carteles (es decir, hacer que los cárteles sean más propensos a la fragmentación). Ninguna de las dos estrategias supera los efectos positivos que podría producir una reducción de la contratación (materiales suplementarios, sección E). La disminución del conflicto en un 20% reduce el número de víctimas en un 8,7%, mientras que el aumento de la saturación en un 20% reduce el número de homicidios entre miembros del cártel en un 5,4% (materiales complementarios, sección E). A la luz de las circunstancias estimadas actuales, el crecimiento del tamaño de los cárteles se ve obstaculizado principalmente por el conflicto existente entre las organizaciones más que por la capacidad del Estado para reducir con éxito los niveles de violencia en México.
Discusión
Durante los últimos 15 años, México ha sufrido niveles asombrosos de violencia. La mayor parte de la violencia ha sido perpetrada por cárteles que luchan entre sí (4). A pesar de la relevancia de los cárteles, carecemos de información básica sobre su tamaño y el impacto de las diferentes políticas que buscan frenar su poder. Hasta donde sabemos, este trabajo representa el primer intento académico de cuantificar matemáticamente el tamaño de la población de los cárteles en México y comparar escenarios de políticas destinados a disminuir la violencia en el país. En general, nuestro trabajo avanza la creciente literatura sobre simulaciones matemáticas y estadísticas para estudiar fenómenos criminales complejos (28-30).
Nuestras simulaciones arrojan algunos hallazgos clave. Estimamos que la población del cártel contaba entre 160,000 y 185,000 unidades para 2022 y que, durante el período de 2012 a 2022, 285,000 personas actuaron como miembros del cártel. Dadas estas cifras, mostramos que en 2022, los cárteles necesitaban reclutar entre 350 y 370 unidades por semana para evitar el colapso como resultado de los efectos conjuntos del conflicto, la incapacitación y la saturación. Además, evaluamos la efectividad de dos escenarios principales para frenar la violencia de los cárteles: preventivo (destinado a prevenir el reclutamiento) y reactivo (diseñado para aumentar la incapacitación a través de encarcelamientos). Si se duplican los niveles actuales de incapacitación, se contendrá algo de violencia, pero aún esperaríamos un aumento en las bajas semanales. Por el contrario, reducir el reclutamiento a la mitad conduce a una disminución de los homicidios del 25%. También probamos el efecto de dos escenarios auxiliares: reducir el conflicto presionando por el acuerdo y la fragmentación del cártel, con la intención de disminuir el poder de los cárteles a través de luchas internas (materiales complementarios, sección E). Los resultados mostraron que la estrategia preventiva seguía siendo sustancialmente más eficaz para reducir la violencia en el país. Abordar el reclutamiento tendrá un triple efecto en el futuro: primero, reducirá el número de miembros del cártel, reduciendo la violencia que puede crear al tener menos asesinos. En segundo lugar, reducirá el número de objetivos, por lo que menos personas son vulnerables a sufrir más violencia. Y tercero, reducirá la capacidad del cártel para el reclutamiento futuro.
Aunque ofrecer recomendaciones de políticas está más allá del alcance de este trabajo, nuestros resultados pueden generar reflexiones relacionadas con las políticas. Muchas iniciativas para contrarrestar el crimen organizado tienen como objetivo aumentar la incapacitación a través del encarcelamiento. En este trabajo, demostramos cómo el aumento sustancial de la incapacitación puede no necesariamente reducir la violencia. Por el contrario, ofrecemos un escenario alternativo centrado en la reducción del reclutamiento y sugerimos cómo puede tener efectos beneficiosos más duraderos. Más de 1,7 millones de personas en América Latina están encarceladas, y agregar más personas a las cárceles saturadas no resolverá el problema de la inseguridad (31).
A pesar de las contribuciones de esta investigación, hubo algunas limitaciones. En primer lugar, aunque la falta de datos sobre el tamaño de los cárteles representa la motivación inherente de este trabajo, también representa una limitación estructural porque nuestras estimaciones no pueden validarse significativamente con información del mundo real. Se tomaron todas las precauciones posibles para obtener estimaciones estadísticamente consistentes mediante análisis de sensibilidad exhaustivos, pero esto no elimina el problema de validación del núcleo. Además, en la sección I del material complementario se ofrece una reflexión exhaustiva sobre otras fuentes de limitación y supuestos. Esto implica (i) variabilidad temporal en rivalidades y alianzas, (ii) fuentes alternativas de variabilidad del tamaño de los cárteles, y (iii) la falta de una población finita.
Los resultados ponen de relieve la necesidad de dedicar más atención al reclutamiento. La reducción del reclutamiento requiere esfuerzos estructurales a nivel estatal y local. Esto se aplica especialmente a las áreas con alto apoyo de los cárteles, donde ofrecer oportunidades educativas y profesionales que superan los beneficios a corto plazo ofrecidos por los cárteles representa un objetivo crítico para el futuro del país (32–35). El trabajo futuro sobre este tema debería centrarse en enriquecer nuestro modelo de variación del tamaño de los cárteles con fuentes adicionales, como la fragmentación de los cárteles, y también debería considerar la posibilidad de estudiar la dinámica de reclutamiento utilizando datos sobre poblaciones finitas para obtener modelos matemáticos que consideren factores de riesgo individuales (como la edad y el sexo) en el cálculo de la violencia y las tendencias de reclutamiento.
Reconocimientos
Agradecemos los perspicaces comentarios de L. Sánchez, J. Mohar y C. A. Pérez Ricart. Después de enviar este manuscrito a Science, el autor Alejandro Hope falleció. Reconocemos sus incansables esfuerzos para hacer de México un país más seguro y pacífico, y esperamos que este trabajo honre su memoria.
Financiación: La investigación fue financiada por el Ministerio Federal de Acción Climática, Medio Ambiente, Energía, Movilidad, Innovación y Tecnología de Austria (2021-0.664.668) y por el Ministerio Federal del Interior de Austria (2022-0.392.231).
Contribuciones del autor: R.P.-C. diseñó el estudio. R.P.-C. y G.M.C. analizó los resultados. Todos los autores escribieron el manuscrito, pero A.H. falleció mientras estaba bajo revisión por pares. R.P.-C. y G.M.C. completó las revisiones.
Intereses contrapuestos: Los autores declaran que no tienen intereses contrapuestos.
Disponibilidad de datos y materiales: Todos los datos están disponibles en el manuscrito o en los materiales complementarios. Un repositorio público con los datos procesados y el código para reproducir y ampliar los resultados está disponible en Dryad (36).
Información de la licencia: Copyright © 2023 los autores, algunos derechos reservados; licenciatario exclusivo de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia. No hay reclamo de obras originales del gobierno de los Estados Unidos. https://www.science.org/about/science-licenses-journal-article-reuse